El Roble Wacho

La via lactea

Unos dias en Santiago nos sirvieron para relajarnos y despejar un poco la mente antes de comenzar la nueva temporada de trabajo. Siguiendo una vieja costumbre de dejar las cosas un poco para el final , Agus y yo nos subimos en un autobus que nos llevaria a nuestra nueva casa. Habiamos contactado con Paz, una chica chilena que seria nuestra companyera de casa y de trabajo. Ella ya habia alquilado una cabanya para la temporada en Las Trancas pero aun no sabiamos muy bien a donde ibamos a llegar .

A mitad de camino, nos preguntamos en que lugar deberiamos bajarnos del autobus para llegar a nuestra casa asique , escribimos a Paz y nos dijo que un par de kilometros antes de la "Cueva de los Pincheira" . La indicacion que no nos habia parecido demasiado precisa, fue correjida por la pasajera que teniamos alante, que resulto ser amiga , del arrendador de la casa a la que nos dirijiamos.

La casa a donde van esta en " El roble wacho " nos dijo la senyora. A continuacion dimos indicacion al conductor que asintio con la cabeza como si se tratara de un lugar en el que pararan de forma frecuente.

La noche se habia echado encima , y sobre las nueve , el autobus se paro en medio de la carretera . " El roble wacho " nos aviso el conductor . Agus y yo bajamos del autobus para descubrir que estabamos en medio de la nada. Sacamos nuestras maletas y llamamos al arrendador de la casa, que amablemente salio a buscarnos . Nos mostro la casa, que ya tenia la estufa de lenya encendida. Nos dimos cuenta de que no teniamos cena, y de que hacia bastante frio en la casa. Nos fuimos a dormir y a la manyana siguiente pudimos finalmente descubrir donde estabamos.

Nuestro nuevo hogar, resulto ser una casa de madera en medio del campo, a 7 kilometros de Las Trancas y 15 de la estacion de esqui. Solo una carretera en la vereda , y un paisaje montanyoso rodeandolo todo. Un amplio jardin con rio incluido, con cierto aire al tipico rancho del far west.

Nachete listo para palear

La vida en esta casa , es algo diferente a lo que yo he estado siempre acostumbrado. Cada tarde, cuando llegamos de trabajar , salimos a por la lenya, y Pablo ( comanyero de habitacion, y tambien de trabajo en Pas de la Casa ) enciende el fuego, que es nuestro sistema de calefaccion.

La luz y el agua, no son siempre cosas garantizadas. Sin luz , no hay agua , pues la bomba extractora es electrica, y a veces, cuando hay luz, no hay agua, porque las canyerias se congelan por el frio. El supermercado mas cercano , queda a 70 kilometros, en Chillan , por lo que hacer la compra se puede convertir en una actividad que puede durar un dia entero! Por suerte , en las trancas hay un par de " negocios " ( nunca mejor dicho ) en los que venden algunos alimentos a precio de oro, y fruta y pan a precio normal.

Las Trancas resulto ser uno de esos ultimos lugares , a los que la urbanizacion , el caos, y la prisa aun no han llegado . Una simple comunidad de cabanyas en medio de un bosque de nyirres ; unos arboles de aire magico , de los que cuelga una especie de barba verde .




Se trata de el paisaje que querriamos ubicar en la cienaga de las peliculas de miedo , solo que en vez de barro , tenemos nieve, lo que le da un toque aun mas intrigante.

Con el paso de los dias , uno empieza a disfrutar de los pequenyos placeres de vivir en un lugar aislado. El silencio que solo se rompe por el ruido del rio. El chasquerreo de la lenya calentando la madera de la casa. El hecho de que no pase absolutamente nada a tu alredor. Son cosas a las que uno no esta realmente habituado. La vida es mas sencilla y mas tranquila aqui. Aprender a disfrutarlo , a veces se hace dificil, acostumbrados a las comodidades y estandares de una vida distinta. Lo curioso es que cuando estas cosas no faltan , las damos tan por sentadas, que nunca reparamos en la fortuna que tuvimos los que crecimos en casas donde nunca falto de nada.